miércoles, 16 de junio de 2010

Capitulo 1 (Parte 1) - Amapola Roja

Aqui os traigo un pequño y especial extracto de..... No puedo contarlo. Lo unico es que espero que os guste...

Capitulo 1
Hacia calor, bastante calor en primavera. Estaba paseando libremente entre matorrales de espinas que rasgaban la piel. Perdida me sentía, aunque no del todo, había un pequeño camino que cruzaba por aquel mar de espinas punzantes.
Todo el lugar era una extensa ladera de matorrales que te llegaban a la cintura, un lugar donde no crecía ningún árbol que te cobijara del implacable sol y todo parecía estar desolado. Daba lástima, se notaba que tiempo atras, aquel lugar había sido un paraje de ricos árboles, pero ahora todo estaba marchito. Se podía mustias plantas que intentaban no ser ahogadas por los espinos y espinos secos por la falta de agua que había allí.
Mis pies rozaban con la dura y aspera tierra que estaba repleta de afiladas piedras y con dolor, sabía que dejaba un rastro de sangre donde el pie descansaba.
Mientras que el aire cada vez se hacía más pesado cuanto más avanzaba al centro de aquel bosque de espinos. Así era como lo llamaban, un bosque de espinos, decía la poca gente que habitaba por la zona, donde uno podía perder la razón, ya que era inmenso.
¿Entonces para que he venido yo aqui? Era la pregunta que me formulaba varias veces. Hacía rato que había perdido el rumbo de mis pasos pero no era de extrañar en aquel lugar donde solo se veían arbustos y más arbustos. Era agobiante.
Había habido un momento en el que había pensado dar media vuelta pero tras pensármelo decidí seguir adelante con aquella locura. No debería haber ido allí sin los recursos necesarios; ni agua, ni comida, sin ni siquiera la ropa necesaria. Y que extrañamente mi ropa era del color de la muerte: negra. Además, de que el sol brillaba más de lo normal pero extrañamente, era un sol oscuro que me quemaba la piel.
Poco a poco me iba cansando y tras dar un transpié, caí al suelo y allí me quede, sin moverme de aquel oscuro paraje, intentando dormir. Pero cuando volví a abril los ojos, vi que estaba rodeada de sangre que empezaba a subir lentamente de altura, como si estuvieran regando las plantas con aquella sangre.
Entonces desperté. Sudaba sobre las sabanas de mi dormitorio. No en aquel valle desértico lleno de espinos. Mi corazón parecía a punto de explotar y su sonido podría haberse oido detrás de la puerta de la habitación si alguien hubiese estado allí.
Aguce el oido pero no se oía ningún movimiento en el interior de la casa, así que me volví a dormir.

Espero que os haya guatado, cuando tenga más tiempo (como odio los examenes) subo más.

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