domingo, 23 de enero de 2011

Reseña de Cada siete olas de Daniel Glattauer

Cada siete olas
Daniel Glattauer

Sinopsis:
Nunca habíamos estado tan cerca y al mismo tiempo tan lejos.
1) ¿Ya conoces a Emmi Rothner y a Leo Leike? Entonces es que has leído Contra el viento del norte, la inusual historia de amor en que dos personas que jamás se han visto se enamoran perdidamente por e-mail.
2) ¿Opinas que los enamorados se merecían verse personalmente, aunque fuera sólo una vez? Comienza a leer Cada siete olas.
3) ¿Te dispones a abrir este libro sin conocer Contra el viento del norte? Aquí tienes el equipaje necesario: Leo Leike vuelve de Boston tras poco menos de un año. En casa lo esperan noticias de Emmi Rothner. Ambos se dan cuenta de que sus sentimientos no han cambiado y piensan que quizá deberían verse una vez en persona. Pero Leo ha empezado una relación y Emmi sigue casada…

Puntuación: 4/5

Opinión personal:
Hacía mucho tiempo que tenía ganas de leer este libro que ha creado mucho revuelo en la bloggosfera y también, ha hecho suspirar a muchos para que se vendiera ya en España. El esperado FIN se acerca. Ysi, he de ser verdaderamente sincera, el segundo libro de está colección es un pelín peor que el primero. Mientras que el primero me hizo leerlo hasta que las pupilas se me secaban, en cambio con Cada siete olas, me ha decepcionado un poco...
Pero, no subestimeis el libro, tiene una fuerza increíble, diálogos para suspirar y momentos sorprendentes e inesperados.
Nos encontramos con nuevos aires pero recuerdos que se quedan grabados en la carne. Sentimientos que lentamente se van levantando con una espátula, raspando lentamente para dejarlos a la luz. El armario de sentimientos de Leo guarda ante todos pero no, Emmi sabe todo lo que en el se encuentra (o casi todo).

Seis días después
Asunto: Calma chicha

Querida Emmi:
Sólo quiero saber si estás bien. No tienes por qué escribirme si no te apetece. Escríbeme solamente que no te apetece escribirme, si es que no te apetece. Y si por casualidad te apetece, ¡escríbeme! Me alegrará, ¡y mucho! Por aquí no hay olas, ni las seis primeras, ni menos aún la séptima. El mar está en calma. Su superficie resplandece, el sol deslumbra. No espero nada. Todo está ahí, todo sigue su curso. No hay cambios a la vista. Calma chicha. Por lo menos unas palabras tuyas, Emmi. ¡Por favor!
Leo

Me enamoraron los dos protagonistas con sus defectos y palabras, aunque no nos los describen con los típicos y tradicionales modos, cada e-mail enviado por Leo son hermosos mientras que Emmi es la que siempre espera ese e-mail tan especial. lo cual me exasperaba aunque Emmi tiene muchas cualidades que a Leo le enamoran. leo siempre cariñoso, paciente, cautivador y honesto (¡lo que me encanta!). Emmi, todo lo contrario, es impaciente, decisiva, impulsiva, apasionada y un poco irritante. ¡Pero, sus comentarios mordaces son para troncharse!
También veremos algunos personajes que ya conocíamos como Jonas, el marido de Emmi o el famoso administrador del sistema, y nuevos personajes o mejor dicho nuevo personaje llamado Pam (vale, Pamela). Todos ellos tenían rasgos que me fascinaron durante la lectura.

Espera un momento, me serviré otra copa. Vino tinto, Bordeaux, la segunda botella, sabe a Emmi, como siempre. ¿Recuerdas? ¿Sabes, Emmi? Tú eres la única. Eres la única, la única, la única, la… Es difícil de explicar. Ya estoy un poco borracho. Tú eres la única que está cerca de mí aunque no esté conmigo, pues yo también estoy con ella cuando ella no está conmigo.

El tira y el afloja de Emmi y Leo, es como en el primero y lo que me ha gustado verdaderamente es que la relación de Leo y Emmi ya no es tan a distancia por que ya se pueden poner cara y habrá momentos que nos dejará en suspense y deseando saber que demonios ha pasado.
Tengo que reconocer, que he tardado un poco más de lo normal en leérmelo pero he estado muy ocupada en los estudios. Si no hubiese sido por esos agotadores trabajos, me hubiese sido una lectura muy rápida por que la gran edición de Cada siete olas es muy bonita, con letra clara y el libro tan larguirucho es precioso.
Gracias a Daniel Glattauer por escribir este maravilloso final que no nos ha dejado con el dolor de tripa como en el primero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario